viernes, 15 de octubre de 2010

Juguemos a sobrevalorar películas

   Hace algún tiempo, estando en Madrid, fui al cine, no es una costumbre que pueda mantener aquí en La Palma por la ínfima calidad de las salas, así que cada vez que estoy unos días en alguna ciudad que conozca, suelo aprovechar y darle un vistazo a la cartelera. La elegida ésta última vez fue "Origen",calificada por muchos de "obra maestra" del gran Christopher Nolan que ya en su día nos premió con cintas como "Memento" e "Insomnio", no obstante, esta última entrega, protagonizada por un gran Leonardo DiCaprio,  bajo mi punto de vista, no llega al nivel de las otras, entre otras cosas (errores de raccord por ejemplo) por contener una escena excesivamente larga y ,lo que es aún peor, innecesaria para el desarrollo de la historia, mostrando la necesidad americana de tener alguna escena de acción para alegrar al público más simplón al final de la película y dejar a todos con un buen sabor de boca. El problema de este intento, es que al espectador le cuesta media hora de "tiros y carreras por la nieve" cuando la cinta va por su segunda hora de proyección y para colmo la acción no termina de avanzar, esto es una gran carencia que elimina a "Origen" automáticamente de la lista de "obras maestas" puesto que en una auténtica obra maestra no debe faltar ni sobrar nada.
  En cuanto a la historia y ejecución de la misma, no tengo nada que objetar, se trata de una película entretenida,que hace pensar un poco y aunque a ratos pueda resultar predecible el desenlace es una de las pocas películas (si no la única) que actualmente merecen los cerca de diez euros que cuesta la entrada del cine.