Este verano, con la excusa del mundial y la ayuda de algún amigo, conocí un poco más a fondo las andanzas de Kim Jong Il, me pareció curioso, casi increíble, que el régimen de un país pudiera manipular la información de un modo tan bestial y que o bien nadie se diera cuenta, o nadie lo dijera. Según aprendí en mi primer año de facultad, hay determinadas informaciones que no se pueden manipular, sirva el ejemplo de las carteleras de cine, los sorteos o los resultados deportivos, fue en este último donde me sorprendió el régimen coreano. Era común e incluso era un tema recurrente durante el mundial de fútbol hablar del modo en que en Corea se había manipulado el video del partido contra Brasil y se informaba con todo lujo de detalle e incluso con un video resumen del partido en que según informaciones oficiales, Corea y Brasil habían empatado a un gol, cuando el resultado real había sido de dos goles a uno a favor de Brasil.
Era uno de esos casos en que el españolito de a pie, el que se cree en un país civilizado, el que vive confiado del progreso de su nación, en resumidas cuentas, el que confía en sus medios, el que se burlaba incluso de la inteligencia del norcoreano con el argumento de “aquí eso no pasa, entre internet y la cantidad de canales que tenemos...”. Es cierto, tenemos internet y un montón de basura televisiva entre la que destacan telecinco e intereconomía, del primero no voy a hablar porque me desviaría del tema al que voy, hablemos pues, del segundo, de intereconomía, sus prácticas y sus consecuencias.
De sobra es sabido, incluso creo que ya aquí lo he comentado, que en intereconomía no se diferencia la información de la opinión, la manera más fácil y rastrera de manipular, aún así, esta semana que hoy termina, le han dado una vuelta de tuerca más, quitarle frames a un video para demostrar que un árbitro benefició a un equipo de fútbol, video que automáticamente todos los madridistas comenzaron a enviar y compartir a través de las redes sociales, de modo que aquella cutre manipulación se convirtió en verdad en unos minutos, pero el problema no acabó ahí, nada más lejos de la realidad, a la mañana siguiente, en los diarios deportivos, se hacía alusión directa a aquel video que había salido en “Punto Pelota” como verdad irrefutable, la prueba clara de que su equipo había sufrido un grave perjuicio arbitral y de que la reacción de su entrenador estaba más que justificada. Por suerte no tardaron en salir videos en youtube que enseñaban los remedios “fáciles y caseros” que había usado el programa televisivo para ejercer sus malas artes, demostraciones y explicaciones de por qué se veía claramente que en el video de “Punto Pelota” faltaban frames. Ante estas acusaciones Intereconomía, obviamente, no pudo hacer otra cosa que no fuera amenazar, amenazar con denunciar a todo aquel que pusiera en duda la honorabilidad y el buen hacer del canal, y claro, hasta la fecha (que yo sepa), nadie ha hablado en ningún medio de ningún video manipulado ni tan siquiera de la posibilidad, algo que no nos aleja ni un centímetro de Corea.
Ante este espectáculo de videos, manipulaciones y sobre todo amenazas, yo, sin ningún tipo de vergüenza, reconozco y manifiesto públicamente mi miedo, porque si todo este jaleo se ha montado por un partido de fútbol, no quiero saber la cantidad de barbaridades que se hacen en ese grupo empresarial. Y hago bien diciendo miedo y cerrando este post aquí, porque como Mourinho dijo “si digo lo que pienso, quizás aquí acaba mi carrera”,
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