jueves, 20 de enero de 2011

Cosas del trabajo

Ya llevo algún tiempo trabajando, por fin abandonamos el parking viejo que nos estaba matando, ahora estamos en el nuevo,que psicológicamente es agotador, todo tiene que debería estar en orden y de eso nos estamos encargando, pero hasta el momento, más no podemos hacer, lo que falla falla y tiene que venir el técnico, esto ha hecho que me haya tocado aprender a marchas forzadas y en menos de un mes haber tenido que solucionar problemas yo solo que a mis compañeros les surgieron al año y pico de estar trabajando, y bueno,las hojas de reclamaciones que en una mañana he llegado a recibir hasta 6, la mejor, la más divertida, la de una señora que me llegó a las 14.15 cerrando yo mi turno y con mi compañero amablemente ayudándome a hacer el papeleo del cierre.
La doña en cuestión era un ejemplo claro de "torpeza humana activo beligerante",  con muy malos modos me dice "tú,dame el libro de reclamaciones que estoy harta de que cada vez que aparco en este parking el cajero se me traga la tarjeta!!", a lo que le respondí que me parecía bastante extraño que se la hubiera tragado tantas veces en menos de un mes que llevaba el parking abierto, durante diez minutos le aguantamos el rollo hasta que se decide por limitarse a escribir su hoja de reclamaciones, mientras yo, ya con cara de poker que hacía más de diez minutos que debería haber salido y además tenía clase una hora y media después, le pedí que me acompañara al cajero.
Camino del cajero, la señora muy educadamente me llamó torpe y hasta cara dura, y basándome en eso de "si con hablar no vas a solucionar las cosas o si las vas a empeorar, mejor cierra la boca", pues me limité a mirar y a escuchar la cantidad de barbaridades que salían por aquella boca con los dientes pintados de carmin. Una vez en el cajero, lo abro y no veo la tarjeta, obviamente, la mujer sigue con su discurso, con que no hay derecho, que la estaba haciendo perder el tiempo por gusto y que siempre era igual, que bien que se alegraba de haber hecho la hoja de reclamaciones, cuando para que se estuviera callada, le enseño la ranura en donde debía haber metido la tarjeta me dice "no,es que ahí no la metí,la metí en esta otra", sí,muy inteligente ella, había metido la tarjeta en donde los billetes, por lo visto una flecha con luces rojas no es suficiente indicación para ella.
Cuando le saco la tarjeta del cajero y le digo "ahora,si es tan amable, la introduce por la ranura que es y verá como ni se la vuelve a tragar ni nadie le hará perder el tiempo" obteniendo por respuesta "ay miniño, no te pongas así tampoco, que no es para tanto, que ustedes tienen que estar acostumbrados a esto". "No señora, a la torpeza hostil y activa nunca me acostumbraré, por favor,la próxima vez,si nos trata con un poco de respeto  le estaremos bastante agradecidos, de todos modos, me quedo hasta que acabe el pago no sea que tenga que volver a bajar, soy así de servicial.."

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