lunes, 17 de enero de 2011

Ho Voglia di Roma

colosseo
Mi padre decía que mi pasión por Roma viene por ser la primera ciudad grande en la que viví, no se si tenía razón o no, pero lo que sí creo es que en cualquier momento que hubiera ido a Roma me hubiera quedado extasiado con la ciudad y sus monumentos.
Roma es un caos, un caos donde los semáforos son algo orientativo, sobre todo para los peatones, se cruza cuando se puede y aún así puedes cruzar cuando vengan todos los coches que lo más probable es que te esquiven, Roma es, como dicen los italianos "un casino terribile", aún así, yo en medio de ese "casino" soy el tipo más tranquilo del mundo.
Dicen de Roma, que es una ciudad sucia y hasta insegura, yo discrepo, de lo primero y más aún de lo segundo, no suelo ser un tipo confiado, y menos en las ciudades, pero aún así, en Roma muchas veces(en mis viajes furtivos) me iba después de comer a descansar al giardino degli aranci donde apoyado en la mochila de la cámara me quedaba dormido, es pues, mi pequeño rincón del mundo, allí se respira paz, un punto de tranquilidad en medio del caos que a mí me recarga las pilas y me deja de muy buen humor, allí no pasa el tiempo, no hay demasiados turistas y uno puede leer o simplemente limitarse a respirar, dejarse llevar o  esperar que llegue la noche.
No solo tengo ganas de pasar una tarde en Il Giardino, sino también la plaza de Santa Maria in Trastevere, otro de esos muchos sitios en que te puedes sentar en la plaza y ver como pasan las horas mientras se suceden las actuaciones de los artistas, músicos y payasos amenizan las tardes en Trastevere, que con una buena Peroni y un supplí puede ser un plan más que apropiado para una tarde tranquila en medio de un pequeño rincón de una gran ciudad.
Son demasiados los rincones, demasiados los sitios en los que me siento mejor que en casa, donde respiro tranquilidad, donde encuentro un momento que pueda decir que es mío, un momento en que no importa sino el momento,ho voglia di Roma, di supplì, di pizza al taglio, di gelatti di ping pong e di Tiramisú, ho voglia di me.

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